Batimos bien los huevos en un cuenco grande, para después añadir un poco de sal y la leche. Mezclarlo todo bien hasta que todos los ingredientes se unan en uno. Procedemos entonces a ir vertiendo la harina poco a poco mientras seguimos batiendo, hasta conseguir una crema homogénea que dejaremos reposar por unos 10 minutos.
Mientras, pelad bien las manzanas y luego lavarlas. Después proceded a cortarlas en rodajas finas y meterlas en un cuenco, apto para microondas para calentarlas ahí dentro por 8 minutos.
Calentamos una sartén untándola con un poco de mantequilla, a fuego lento. Procedemos a ir echando tres cucharadas de la crema que hemos preparado, extendiéndola bien por la sartén.
Tardará unos tres minutos o así en estar lista. Sacarla con cuidado con una espátula. Ahora la colocamos sobre un plato, ponemos un poco de manzana y de nata y la doblamos hasta darle la forma que queramos. Haced lo mismo con todas las crepes hasta que os quedéis sin crema.
Solo falta colocar una bola de helado junto a la crepe que habéis preparado, y espolvorear un poco de azúcar por encima y lista para comer.