Primero tamiza la harina en un cuenco, le haces un volcán en el centro, en el cuál vas a poner el polvo para hornear, mezcla miel. Luego le agregas la sal y vuelve a mezclar.
La mantequilla la vas a mezclar con el azúcar, para lo que vas a necesitar que está blanda, así que si no es el caso la dejas reposar unos minutos fuera de la nevera. Mezcla hasta hacer una pasta.
Bate el huevo y lo agregas a la mezcla, batiendo de nuevo. Agrega la esencia de vainilla y vuelve a batir.
Echa la mezcla de harina con otros ingredientes y bate otra vez, que se irá formando una especie de mezcla cremosa.
Vierte poco a poco agua, que esté tibia, y no dejes de batir en ningún momento hasta que se forme una masa compacta, que comenzarás a amasar con las manos, hasta hacer una bola con ella, que cubres con papel film y dejas reposar en la nevera por una hora más o menos.
En lo que la masa reposa ve haciendo el relleno, para ello bate los cuatro huevos con el azúcar, hasta hacer una mezcla blanquecina.
Exprime los dos limones para obtener su jugo y los rallas, intentando no coger ni un solo trozo de la parte blanca. Echa tanto el jugo como la piel rallada a la mezcla de huevo y azúcar y bate.
Ahora echa la mantequilla y no dejes de batir hasta que se forme una mezcla cremosa.
La masa ya debería haber reposado lo suficiente, de modo que la sacas y una porción la cortas, más o menos la 1/3 parte de la masa, porque es lo que va a servir para cubrir la crema de limón.
Amasa con un rodillo bien enharinado hasta darle una forma circular o cuadrada y la pones dentro del molde.