Calienta una olla con los 100 ml. de agua, pero sin dejar que esta llegue a hervir. Entonces añade los 175 gr des azúcar y baja la potencia del fuego, removiendo hasta que gane un poco de consistencia. Al notar que tiene un poco más de cuerpo, retira del fuego y deja enfriar.
Ahora ponte a preparar lo que será el bizcocho de tu mona de Pascua de yema. Para ello tamiza la harina en un recipiente, mientras que en otro vas a batir, con la ayuda de una varilla eléctrica, los huevos con el azúcar. La mezcla del huevo con el azúcar tiene que ser homogénea y sin grumos, habiendo triplicado su volumen.
Añade la harina a la mezcla de los huevos poco a poco, mientras bates con unas varillas eléctricas para se integre bien. El resultado tendrá que ser una crema suave, no demasiado espesa.
Lograda la mezcla, vierte está en un molde desmontable, mejor si tiene un agujero en el centro, repartiendo bien con ayuda de una cuchara o espátula.
Mete en el horno por unos 20 minutos a 180º C, con calor por arriba y abajo para que se haga bien por ambos lados.
En lo que se hace, puedes ir preparando la yema. Para ello echa los huevos en un bol profundo junto con el agua y bate todo junto durante un par de minutos, hasta lograr una mezcla homogénea. Entonces cuela esta mezcla a un nuevo recipiente.
Por otro lado mezcla la maicena con el azúcar, ayudándote con una cuchara. Calienta primero la mezcla de los huevos con el agua durante un minuto, sin llevar a ebullición. Entonces añade la mezcla de maicena y azúcar y comienza a batir mientras se calienta, hasta formar una mezcla sin grumos. Deja templar.
La gelatina tienes que dejarla en un recipiente con agua fría hasta que esté bien blanda. ¿Lista? Entonces escúrrela bien y añade a la mezcla de los huevos cuando esté templada. Despacio, remueve hasta que se haya disuelto por completo.
Transcurridos los 20 minutos de cocción, pincha el bizcocho de la mona con un cuchillo o un palillo para comprobar que esté bien hecho por dentro. Si sale limpio, saca y deja reposar por lo menos 10 minutos antes de proceder al montaje.
Si no has comprado las almendras tostadas, las tendrás que tostar tú. Para ello machácalas un poco con el mortero, o tritúralas en la picadora, y luego dales un golpe de calor en una sartén a media potencia hasta que ganen algo de color.
Con el bizcocho ya templado, desmontada y procede a pintarlo por completo con el almíbar que has preparado. Entonces, con la ayuda de una cuchara o cuchillo, recubre con la yema que has preparado.
En los bordes pega las almendras tostadas y por encima las frutas escarchadas. Por último, pon en el centro el huevo de chocolate, lo que le dará el toque final a tu mona de Pascua de yema. Aunque la receta es laboriosa, el resultado final merece la pena ¡está riquísima!
