Empezamos calentando agua en un cazo y echamos la pasta para que se hierva bien. Esto le tomará unos 15 – 20 minutos, dependiendo de la potencia de fuego que uséis.
Mientras se hace la pasta nos ocuparemos de ir preparando la fruta. Los plátanos lo pelamos y cortamos en rodajas. En el caso de las fresas vamos a trocearla en pedacitos muy pequeños. Ahora nos ocupamos del queso fresco, que podemos utilizar el que venden en el supermercado mismo en packs de 6; lo cortamos en pedacitos pequeños también y lo echamos todo a un cuenco grande.
Cuando la pasta esté lista la echamos al cuenco y lo removemos todo bien para se repartan los ingredientes por todo el cuenco.
Vamos a echar ahora las nueces y volvemos a removerlo bien para que queden bien repartidas con el resto de ingredientes.
Toca aliñar la ensalada de pasta. Primero lo haremos con un chorrito de aceite y la aliñamos bien, para que tanto la pasta como el resto de ingredientes queden bañados por el aceite. Por último hacemos lo mismo con el vinagre y aliñamos para que quede bien mezcladito los sabores.
La dejamos enfriar en la nevera por un cuarto de hora y estará listo para comer.