El primer paso es precalentar el horno a 160°C. Luego coloca las costillas de cerdo en una fuente y aderézalas con la sal, las hierbas y la pimienta negra. Tapa con un papel aluminio y lleva al horno. Cocina por 45 minutos.
Mientras las costillas se están cocinando es momento de preparar la salsa: Pela la cebolla y córtala en cuadritos, al igual que los ajos. Quítale la piel a un trozo de raíz de jengibre y rállalo. Reserva.
Calienta el aceite vegetal en una sartén grande y agrega la cebolla. Deja pochar a fuego medio por unos minutos y cuando la veas transparente agrega los ajos y el jengibre. Sofríe sin dejar de remover para que no se pegue.
A continuación, agrega la pasta de tamarindo, la mitad de la salsa de soja, la miel, el aceite de ajonjolí, el vinagre, el agua y remueve.
Rectifica el sabor y si lo sientes ácido puedes agregar un poco de azúcar morena.
Cocina a fuego bajo y cuando comience tomar textura retira del fuego y reserva.
Transcurridos 40 minutos, retira el papel aluminio de la fuente para que las costillas se doren durante unos minutos. Saca del horno e incorpóralas a la salsa de tamarindo.
Cocina por 20 minutos más para que se integren todos los sabores y remueve ocasionalmente. Cuando vayas a servir tus costillas en salsa de tamarindo, decora con el cebollino picado. ¡Buen provecho!