Receta de callos a la madrileña con patatas fritas
Pon los callos en remojo, en un cuenco con agua, para que suelten toda la porquería que puedan tener. Luego los cuelas y escurres bien. Pon una cacerola grande al fuego y echa los callos con el morro de vaca y las manitas. Cubre todo con agua y espera hasta que empiece a hervir.
Cuando el agua hierva, deséchala, dejando toda la carne en la cacerola, y vuelve a llenarla con agua limpia. Entonces meter también el chorizo, el tocino y la morcilla. Remueve y sube la potencia del fuego a la mitad.
Pela una de las cebollas, córtala en rodajas y clávale los clavos de olor a los trozos. Otro ingrediente más a la cacerola y espera a que pasen unos minutos para luego agregar el diente de ajo pelado, y las cantidades de laurel, perejil, sal y pimienta blanca a tu gusto. Tapa y reduce el fuego a baja potencia, para que se haga por unas dos horas y medias.
Al pasar ese tiempo, saca el diente de ajo y los huesos de las manitas, así como el laurel. El diente de ajo lo vas a freír en una sartén con aceite junto con la otra cebolla bien picada y un poco de perejil. Remueve bien y cuando la cebolla esté dorada agrega la guindilla y una cucharada de pimentón. Vuelve a remover.
Agrega una cucharada de harina y deja que se haga por unos minutos, para que el sofrito esté hecho por completo.
Vierte este sofrito en el puchero y deja que se haga a fuego lento por unos 20 minutos.
Mientras puedes ir preparando las patatas fritas, así que pela y corta en rodajas las patatas. Fríelas con una cantidad generosa de aceite y sírvelas en un plato acompañadas de una ración de callos madrileños.