Empieza lavando y pelando tanto las patatas como la cebolla. En cuanto las tengas, corta las patatas a rodajas y la cebolla a trozos tan pequeños como puedas. Reserva.
Pon un dedo de aceite en una sartén que no esté quemada ni rayada, este es el truco para que no se pegue tu tortilla. En cuanto el aceite se caliente, echa las patatas y las cebollas y añade la sal. Pon el fuego a baja potencia para que las patatas se hagan tanto por dentro como por fuera.
Mientras se va friendo todo, bate los huevos en un bol y después, con ayuda de una paleta de cocina, saca las patatas de la sartén y mételas en este recipiente. El aceite puedes colarlo y utilizarlo para otras preparaciones.
Asegúrate de que todas las patatas están bien bañadas por el huevo y después viértelo todo de nuevo en la sartén. Báñala antes con un poco de aceite del que has usado antes.
Deja que la tortilla de patatas con cebolla se haga primero por un lado y después, con ayuda de un plato plano, dale la vuelta para que se haga por el otro. Con cinco minutos por cara será suficiente.
En cuanto veas que está tan dorada como a ti te gusta, apaga el fuego y sácala de la sartén con cuidado de que no se rompa. En cuanto la pruebes, ¡verás qué rica está!
