Calienta una taza de agua a unos 38º C y échale la levadura. Déjalo reposar por unos 5 minutos hasta que se espume. Entonces agregar la ½ taza de harina, remueve y tapa con un film transparente. Coloca la taza en un lugar templado por unos 25 minutos.
En lo que reposa el preparado, tamiza el resto de la harina en un tazón y hazle un agujero en el centro. Agrega los huevos, el azúcar, la ralladura de la piel de naranja, la sal y la mantequilla. Utiliza unas varillas eléctricas para mezclar el preparado y luego tus manos, para que quede una masa suave y elástica.
Mete la masa en un bol, cubierto por un paño limpio, en un lugar cálido y déjalo que crezca por unas 2 horas, para que doble su volumen.
Ahora a preparar la crema para decorar. Para ello mezcla la mantequilla con el azúcar glass para formar una crema suave. Añade entonces la harina y la yema de huevo.
Bátelo todo bien hasta formar una pasta suave con la que podrá hacer formas.
Mezcla ambas masas que has preparado y darle forma de roscón. Utiliza harina para hacer el trabajo mucho más sencillo. Decora con la fruta escarchada, el azúcar y pinta con el huevo batido.
Mételo al horno a 180º C por unos 25 minutos, hasta que veáis que está bien hecho.
Podéis ponerle un trozo de papel para hornos por encima si no queréis que quede tan tostado.