Empezamos la receta preparando las costillas. Pon abundante aceite de oliva en una sartén y caliéntalo a fuego medio. Mientras alcanza temperatura, añade sal y pimienta negra molida a tu gusto a las costillas.
Una vez que esté bien caliente el aceite, fríe un poco las costillas, hasta que tengan algo de color. Según vayas haciendo las costillas, échalas en una cazuela.
En una olla pequeña añade la salsa de soja junto con la miel y un vaso de agua. Remueve hasta disolver la miel, y pon a calentar esta mezcla a fuego lento durante unos 10 minutos.
Una vez estén fritas todas las costillas y las hayas pasado a la cazuela, viérteles por encima la mezcla de soja que has preparado en la olla. Remueve, y ponlo todo a calentar a fuego medio, hasta que la salsa reduzca casi del todo.
¡Y nada más! Así de sencillo es preparar unas costillas en salsa de soja. Seguro que no puedes esperar a probarlas, así que no esperes más, ¡que ahora están calentitas! ¡Muy buen provecho!
Recomendaciones
Para que la receta te resulte mucho más sencilla, te recomendamos que cuando vayas a comprar las costillas le pidas al carnicero que te las corte en unidades para que cuando llegues a casa no tengas más que freírlas y preparar el resto de los ingredientes.
En caso de que tengas el costillar entero, debes separar las costillas siguiendo la dirección de las mismas. Lo mejor es hacerlo en una tabla de cocina, y con ayuda de un cuchillo bien afilado.