Lo primero que tienes que hacer para preparar este plato es pelar y lavar las patatas y, en cuanto las tengas, córtalas en trozos. Pon ahora agua en una olla y, en cuanto rompa a hervir, echa las patatas. Déjalas ahí treinta minutos.
Cuando haya transcurrido este tiempo, escurre las patatas, ponlas en un bol y añádeles la mantequilla. Como aún están calientes, se deshará.
Machaca ahora las patatas con ayuda de un pasapuré o, en caso de no tener, de un tenedor. Remuévelo todo, añade la leche, la pimienta y la sal y sigue removiendo.
Pela ahora los ajos y la cebolla y córtalo todo en trozos pequeños. Lava el pimiento rojo, sácale las semillas y córtalo también en trocitos tan pequeños como puedas, así no se notará al masticar.
Pon un poco de aceite en una olla y, en cuanto esté caliente, echa los ajos y la cebolla. Cuando estos ingredientes se hayan pochado, incorpora a la olla el pimiento, remueve, espera unos cinco minutos y sácalo todo de la olla. Ponlo en un bol y reserva. Luego volveremos a utilizarlo.
Pon en la misma olla en la que estábamos haciendo las verduras la carne picada. En cuando veas que se está volviendo de color marrón, agrega las verduras que hemos cocinado antes.
Remuévelo todo y añade la salsa de tomate. Pon el fuego a potencia media y tapa la olla. El guiso tiene que estar al fuego durante unos veinte minutos. Enciende el horno a 200ºC para que se vaya calentando.
Si ya han pasado este tiempo, saca la carne de la olla y ponla en un recipiente apto para horno. Espárcelo todo bien y, encima, ponle el puré de patatas. Cubre con el queso rallado y mete el recipiente en el horno. Tiene que estar gratinándose unos 10 minutos.
Pasado este tiempo, sólo queda servir este delicioso puré de patatas con carne picada. Lava ahora el perejil, quítale los tallos, corta las hojas y ponlo por encima. ¡Verás qué presentación! ¡Buen provecho!
