Lo primero de todo es preparar los ingredientes: pela la zanahoria y rállala en tiras finas y pequeñas. Por los huevos en un cuenco profundo y tamiza la harina en otro cuenco.
Bate los huevos junto con el azúcar moreno y como resultado tendrás una crema de un tono marrón oscuro al que le añadirás la cucharada de canela y la de jengibre en polvo.
Comienza a remover para integrar ambas especias a la mezcla. Añade la zanahoria rallada junto con el aceite y vuelve a batir. En el caso de que le quieras echar otro ingrediente, como nueces molidas, tendrás que echarlas ahora.
Continúa con la harina. Una vez la hayas tamizado, hazle un agujero en el centro, como un volcán, y añade las dos cucharadas de levadura. Si quieres puedes agregar también un poco de sal.
Luego, con esa misma cuchara remueve la mezcla.
Con la ayuda de una cuchara sopera, pasa la harina al cuenco donde has mezclado los huevos, sin dejar de remover con la ayuda de unas varillas eléctricas. Debes integrar cada cucharada antes de agregar otra.
Unta con un poco de aceite de oliva el molde que vayas a utilizar y vierte la mezcla. Repártela bien con una espátula y métela al horno a 180º C durante 45 minutos.
Cuando ya haya pasado media hora, con un pincho largo haz algunos agujeros en tu pastel de zanahoria, para comprobar la cocción. En el momento que veas que el pincho sale limpio, podrás sacar el pastel del horno y dejarlo reposar unos 15 minutos antes de comerlo.
Ahora solo te queda decorar tu delicioso pastel de zanahoria light.