Para hacer estos garbanzos estofados con huevo duro debemos comenzar a cocinar la noche anterior, ya que deberás colocar los garbanzos en remojo en agua tibia durante al menos 12 horas. Pasado el tiempo, escúrrelos y cuécelos en cazo con agua hirviendo hasta que ablanden.
Mientras los garbanzos de cuecen, ahorra tiempo en la cocina y ve preparando el sofrito. Para ello, pela, lava y corta la cebolla en cuadritos pequeños. Haz lo mismo con los dientes de ajo y los tomates.
Vierte en una olla un buen chorro de aceite de oliva y cuando esté bastante caliente incorpora la cebolla y el ajo. Sofríe a fuego medio hasta que la cebolla esté transparente y el ajo comience a desprender su aroma.
Luego incorpora los tomates, remueve, añade un poco de sal y sofríe durante 10 minutos a fuego lento.
Aparte, cocina los huevos en agua hirviendo durante 15 minutos o hasta que notes que están flotando en el agua. Luego sumérgelos en abundante agua fría, pélalos y córtalos en trozos pequeños. Reserva.
Cuando los garbanzos estén listos, escúrrelos. A continuación agrégalos a la olla junto con el sofrito. Remueve.
Después añade a la olla el caldo de pollo, la cúrcuma, el pimiento en polvo, el comino y sal al gusto. Mezcla bien para integrar todos los ingredientes y deja cocer la preparación a fuego lento durante 20 minutos con el cazo tapado.
Pasado el tiempo, incorpora el huevo duro, mezcla y sumerge en la olla el manojo de cilantro dejando parte de la raíz afuera de la olla. Apaga el fuego, tapa el cazo para que el aroma del cilantro se concentre y deja reposar 10 minutos.
Pasado el tiempo, saca el ramillete de cilantro y deséchalo. ¡Ya puedes servir tus garbanzos estofados con huevo duro! ¡A comer, que están buenísimos!
