Empezaremos haciendo la crema de las crepes. Para ello batiremos bien los huevos, intentando que no quede ni un solo grumo. Añadir un poco de sal y el vaso de leche.
Volver a remover. Ahora aconsejamos usar la batidora o unas varillas eléctricas, pues mientras echamos la harina tenéis que seguir removiéndolo todo, hasta que quede una crema. Dejarla reposar por diez minutos.
Procederemos a ir a por el relleno: pelamos la zanahoria y la cebolla, para luego lavarlas bien y cortarlas en trocitos pequeños. El tomate podéis comprarlo ya triturado o simplemente triturar un par de tomates, como vosotros elijáis. Sea como fuere, en una sartén con un poco de aceite empezar a pochar la cebolla. Cuando veáis que empieza a estar doradita, añadid la zanahoria junto con la carne. Removerlo bien, para que se vayan friendo.
Cuando veáis que la carne empieza a estar más o menos hecha, agregar todo el tomate y dejarlo freír por un cuarto de hora.
En otra sartén, en la que untaremos un poco de mantequilla, la pondremos a fuego lento. Verter tres cucharadas de la crema que hemos preparado y extenderla bien. En unos tres o cuatro minutos estará lista.
Usando una espátula, colocamos la crepe en un plato y le añadimos un poco de la carne y verdura de la sartén. La doblamos a nuestro gusto y ponemos en una bandeja.
Repetir el proceso hasta quedarnos sin crema de crepe y estará listo para servir.
