Comienza la preparación de estos canelones de pollo picando en trozos muy pequeños los ajos y las cebolletas, luego añádelos a una sartén con aceite caliente a fuego medio para comenzar a pocharlos.
Cuando comiencen a pocharse añade el pollo bien picadito en trozos pequeños, salpimienta al gusto y luego vierte el vino dulce.
Deja todo en el fuego 10 minutos para que los sabores se mezclen y el relleno de tus canelones quede delicioso. Transcurrido ese tiempo apaga el fuego y deja reposar.
Para hacer la salsa enciende el fuego a temperatura media, coloca una olla y añade un chorro de aceite de oliva junto con la harina y poco a poco ve incorporando el caldo, siempre removiendo con unas varillas para evitar que se hagan grumos.
Remueve con suavidad hasta que la salsa espese al punto que sea de tu agrado, pero cuida que la misma no sea demasiado densa. Una vez lista retira del fuego, agrega una pizca de sal e incorpora el perejil bien picado.
Es el turno de preparar las láminas de los canelones, para ello lo mejor es seguir las recomendaciones del fabricante, sin embargo usualmente basta con añadir las láminas a un recipiente con agua muy caliente durante 10 minutos, de este modo se ablandarán.
Enciende el horno a 200 ºC para precalentarlo mientras vas terminado la preparación de tus canelones de pollo.
Toma una bandeja apta para el horno y frótala con mantequilla, luego esparce harina para evitar que la pasta se pegue. Deberás rellenar cada lámina de pasta con un poco de la preparación de pollo que has reservado y luego hacer un cilindro.
Ve colocando los canelones uno al lado del otro, luego vierte la salsa por encima para terminar con las lochas de queso.
Mete en el horno a gratinar durante 20 minutos o hasta que los canelones estén perfectamente dorados. Retira del horno y deja reposar 5 minutos antes de servir.
¡Tus canelones de pollo ya están listos para ser degustados! Disfruta de esta receta simple pero completamente deliciosa.