Lo primero que debes hacer es abrir la calabaza por la mitad con un corte vertical. A continuación, retírale la carne procurando dejar al menos un centímetro de grosor junto a la cáscara para que esta no quede demasiado endeble. La carne tienes que cortarla en daditos y reservarla; la corteza no la vamos a cocinar, solo la vamos a utilizar para mejorar la presentación del plato.
A continuación, pela la cebolla y pícala tan pequeña como puedas, reserva una mitad y pon la otra en una sartén a fuego medio con un poco de aceite. Añádele una pizca de sal y espera a que esté bien pochadita, solo tardará cinco minutos.
Ahora tienes que añadir la carne de la calabaza para dorarla un poquito y, después de cinco minutos, vierte en la misma sartén un vaso de caldo de verduras. Deja que se vaya haciendo todo a fuego medio durante 5 minutos.
Incorpora luego el arroz y remueve un poco para que se mezcle con el resto de los ingredientes. Después debes verter el resto del caldo de verduras y dejar que cueza todo junto durante veinte minutos. No obstante, fíjate en el arroz porque igual tarda un poco más en cocerse.
La otra mitad de la cebolla tienes que ponerla en una sartén con un poco de aceite caliente. Cuando esté pochada, añade la carne picada y un poco de sal y de pimienta negra molida. Dale a todo un par de vueltas y déjalo al fuego durante diez minutos.
Ahora que la carne y el arroz ya están listos, solo tienes que mezclarlos. Para ello, vuelca la carne en la sartén del arroz y remueve. Después, rellena la calabaza con esta mezcla que acabas de preparar y, ¡ya hemos terminado! ¡Os vais a chupar los dedos! ¡Muy buen provecho!