El bacalao lo pones en un cuenco con bastante agua que cambiarás cada dos horas para que se desale por completo, sino acabará estropeándote el sabor de tu plato.
Pela las cebollas y pícalas en trocitos tan pequeños como puedas. También pela y pica los dientes de ajo. La guindilla es mejor que la trocees en tiras pequeñas.
Sofríe primero la cebolla, y cuando esta coja un poco de color agrega los dientes de ajo. Con estos ya dorados es el momento de agregar las guindillas.
Remueve todo bien y agrega el perejil, salpimienta a tu gusto, y mezcla con el pan rallado, el pimentón y el tomate frito. Vuelve a remover todo bien por varios minutos.
Agrega la harina, pasados unos minutos, para espesar un poco la mezcla, momento en el que echas el arroz y lo sofríes todo junto por unos minutos, para que el arroz coja color (es mejor que antes de echar el arroz lo laves bajo el agua del grifo para que suelte el almidón que contiene).
Recubre con agua, uno o dos vasos, y sube la potencia del fuego para que hierva. Dependiendo del tipo de arroz que uses esto tardará entre 10 - 15 minutos en estar listo.
Cuando el arroz lleve unos 5 minutos dentro de la olla, entonces agrega el bacalao, bien seco y escurrido, para que se haga con el resto de los ingredientes.
Termina de cocinar y reparte las raciones para disfrutar del plato.