Primero de todo tienes que tener el bacalao desalado, de modo que por lo menos tenlo en remojo 6 horas cambiándole el agua cada dos para que suelte la sal.
Pela las gambas, y tanto las cáscaras como las cabezas las sofríes en una sartén o en una cacerola para que den sabor al aceite. Luego las sacas.
Ahora vas a pelar y picar la cebolla, con el ajo y las guindillas. Sofríe todos los ingredientes para que cojan color.
Agrega a continuación todos los ingredientes, de uno en uno y sin dejar de remover, dejando para el último momento la harina que ayudará a formar una capa espesa.
Recubre con un poco de agua y echa dentro las gambas junto con el bacalao bien seco.
Cocina todo junto por un cuarto de hora y tendrás listo tu plato.