A no ser que le hayas pedido al pescado que te la deje limpia, tendrás que quitarle el aparato digestivo a la sepia, donde guardan la tinta, el huevo, los ojos y el aguijón. Solo te quedarás con los tentáculos, el cuerpo y la bolsa de tinta. Trocea los tentáculos y el cuerpo, tras haberlo lavado bien. Pero, si no sabéis como limpiar bien la sepia, pedir al pescado que os las deje listas, incluyendo las bolsas de tinta.
Pela y trocea la cebolla, los dientes de ajo y los pimientos. Pon una cazuela de barro en el fuego y agrega un buen chorrito de aceite de oliva. Rehoga todo con las hojas de laurel, removiendo bien.
Con toda la verdura ya dorada, agrega los trozos de sepia, deja la potencia del fuego a la mitad y que se haga todo por unos 10 minutos más o menos.
Mezcla la tinta de la sepia con el vino blanco, removiendo bien, para que se diluya por completa. Agrega el arroz a la cazuela de barro junto con la tinta y el caldo de pescado. Salpimienta a tu gusto y deja que se haga por unos 15 – 20 minutos, hasta que el arroz esté completamente hecho.