Lo primero de todo es que los garbanzos estén tiernos. De modo que la noche anterior los pones a remojo con bastante agua para que al día siguiente estén listos para usarse. Otra opción es usar garbanzos congelados.
En el caso del bacalao, este tiene que estar desalado, de modo que por la mañana a primera hora ponlo en un recipiente con bastante agua y cada dos horas se la cambias, para que se desale.
Lo primero de todo es que los dientes de ajo los machaques bien, una vez pelados, para extraer su jugo. Dicho jugo lo reservas para después.
Las patatas las pelas, las limpias bien y cortas en rodajas juliana y luego en trocitos. Dichos trocitos los sofríes un poco en una sartén con el aceite hasta que estén bien fritas.
También vas a sofreír un poco el bacalao, hasta que se dore un poco.
Pon el horno ya en marcha a 200º C para que coja la temperatura necesaria.
Echa todos los ingredientes en una cacerola de barro, incluyendo el arroz una vez hayas echado todo lo demás, vierte el agua y mete al horno por un cuarto de hora para que se haga.
Una vez fuera, deja reposar un par de minutos y a disfrutarlo.
