Antes que nada, precalienta el horno a 200°C para que vaya alcanzando la temperatura ideal. Ahora vamos a limpiar las alcachofas y, para ello, empieza eliminando el tallo con un cuchillo y quitando todas las hojas duras del exterior porque la parte que vamos a utilizar es la más tierna, la que está situada en el corazón de las alcachofas.
Quita las pelusas que pueda tener el corazón de alcachofa en el centro, luego échale zumo de limón para que no se oxide y sumérgelo en un recipiente con agua y más zumo de limón.
Cuando hayas limpiado todas las alcachofas, córtalas en cuatro partes. En un bol añade la harina, la sal y la pimienta y en otro los huevos batidos.
Toma uno de los trozos de alcachofas y pásalo por huevo y luego por harina. Después colócalo en una bandeja para hornear y repite el procedimiento hasta terminar con el resto.
Introduce en el horno la bandeja para hornear y deja hacer las alcachofas rebozadas durante 70 minutos o hasta que notes que el rebozado está dorado. Luego sácalas del horno y déjalas reposar. Después de que hayan reposado puedes servir tus alcachofas rebozadas al horno, acompáñalas con la salsa de tu preferencia y voilá. ¡A comer!