Para preparar este delicioso pastel de salmón y gambas debes comenzar precalentando el horno a 200ºC.
Mientras se calienta el horno, prepara una sartén a fuego medio con un chorrito de aceite. Cuando la sartén esté bien caliente, saltea el salmón por ambos lados hasta conseguir un color claro.
Una vez cocinado, déjalo enfriar y trocéalo. Ponlo en un bol junto con la leche, los huevos, la sal y el eneldo.
Desmiga 4 rebanadas de pan de molde y júntalo con todo. Mezcla con energía y déjalo a un lado.
En la misma sartén donde has hecho el pescado, cocina las gambas durante 3 minutos cada lado. Una vez hechas, retíralas y reserva para usarlas después.
Engrasa un recipiente apto para horno con ayuda de un papel de cocina, esto te ayudará a desmoldarlo más fácilmente cuando termines.
Vuelca la mezcla de salmón en el recipiente, coloca una capa consistente de salsa rosa y pon las gambas encima. Si quieres una bonita presentación, trata de ponerlas en filas rectas.
Una vez lo hayas rellenado es el turno del baño maría; prepara otro recipiente con dos dedos de agua e introduce el molde dentro. Ponlo todo en el horno durante 45 minutos. Vigila que el agua no rompa a hervir en ningún momento.
Cuando haya transcurrido el tiempo, comprueba si el pastel está cocinado con la ayuda de un cuchillo; pincha el pastel y, si sale limpio, quiere decir que está bien cocinado. En caso contrario, hornea durante 5 minutos más y comprueba nuevamente. De esta manera encontrarás el punto perfecto del pastel.
Una vez hayas horneado el pastel, déjalo enfriar durante media hora a temperatura ambiente. Ya frío, guárdalo en la nevera con papel film hasta la hora de servir. ¡Tu pastel de salmón y gambas ya está listo para ser devorado!