Antes que nada tienes que dejar preparadas las verduras. Al calabacín quítale la piel, enjuágalo bien bajo el chorro de agua del grifo, y a continuación pícalo en daditos pequeños. Haz lo mismo con la calabaza, pero quitándole también las semillas.
Pela también la cebolla, y enjuágala bajo el chorro del grifo también, en este caso para que no te moleste en los ojos. Córtala en trozos más bien pequeños también, ya que así será más fácil sofreírla después.
Quita la piel a las patatas y las zanahorias, y lávalo todo muy bien. Corta las patatas en cuadrados pequeños. Las zanahorias son duras de cocer, así que procura cortarlas en rodajas bastante finitas. Enjuaga el puerro, quítale la parte verde y pícalo de la misma forma que las zanahorias.
Una vez listas todas las verduras, vierte un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra en una olla, y caliéntalo a fuego medio. Cuando esté bien caliente, sofríe al cebolla y el puerro, con una pizca de sal para que suelten sus propios jugos y se hagan mejor.
Una vez que empiecen a pocharse estas verduras, añade las patatas, las zanahorias y la calabaza.
Rehoga todos estos ingredientes durante cinco minutos aproximadamente, removiendo de vez en cuando para que no se peguen al fondo de la olla en ningún momento. Pasado este tiempo, incorpora los trozos de calabacín en la olla, rectifica de sal si fuera necesario y añade una pizca de pimienta negra molida.
Deja que pasen dos o tres minutos aproximadamente, y a continuación cúbrelo todo con caldo de verduras o agua muy caliente. Tapa la olla, y espera un cuarto de hora, para que cuezan todos estos ingredientes a fuego medio.
Pasado este tiempo, comprueba si ya están blanditas las verduras, y si no deja que sigan cociendo.
Una vez que estén en su punto las verduras, pásalo todo al vaso de la batidora con mucho cuidado, o a un recipiente adecuado. Bate todos los ingredientes juntos, o bien separa las verduras del caldo y bate primero las verduras, para ir añadiendo el caldo poco a poco hasta que esté a tu gusto el puré.
¡Esto es todo! Ya puede servir tu exquisito puré de calabaza y calabacín, y disfrutar de su delicioso sabor. ¡No dejes que se enfríe! Esperamos que te haya gustado esta receta, ¡que aproveche!
