Empezamos lavando y pelando los mangos en trocitos muy pequeños. Cuando estén listos, dejar apartado para usarlos luego.
Ahora preparamos la crema de las crepes; para ello batimos en primer lugar los huevos, hasta conseguir que no quede ni un solo grumo. Entonces añadimos ½ vaso de leche y un poquito de sal. Removerlo todo bien e ir añadiendo poco a poco la harina, sin dejar de batirlo todo. Con esto conseguiremos una especie de crema que dejaremos reposar unos 10 minutos.
Pasado el tiempo, calentamos una sartén a fuego lento a la que untaremos la mantequilla, para que de este modo no se peguen las crepes. Vertemos unas cucharadas de las cremas que hemos preparado y la esparcimos bien por la sartén. Tardará unos 3 – 5 minutos en estar lista.
La pasamos con una espátula a un plato y ahí la untamos con nutella para después colocar los trocitos de mango. La doblamos tantas veces como queramos, hasta conseguir la forma que más nos guste. Repetir el proceso hasta hacer tantas crepes como la crema nos permita.