Ingredientes
- 500 gr. de remolachas
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 tomate
- 1 patata
- 1 cucharada de azúcar
- 4 vasos de agua o caldo de verduras
- 1 tazas de nata agria
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharadas de vinagre balsámico
- 1 cebollino fresco
- Pimienta negra
- Sal al gusto
Preparación de sopa fría de remolacha
- Para empezar, lava las remolachas y ponlas a cocer en agua con una pizca de sal. Cuando estén tiernas, escúrrelas y después que se enfríen pélalas y trocéalas.
- Mientras la remolacha está en el fuego, lava la patata, pélala y córrala en trozos pequeños. Corta luego la cebolla y los ajos en cuadritos después de pelarlos.
- Agrega el aceite de olive en una olla mediana y pon la cebolla a pochar. Cuando se transparente, incorpora los ajos, el tomate, la patata, la remolacha y saltea durante unos minutos.
- A continuación, cubre con el caldo o el agua, añade el azúcar y salpimienta. Cocina durante treinta minutos o hasta que la patata se ablande y aparta del fuego. Escurre y reserva el caldo de cocción.
- Añade las verduras en el vaso de la licuadora, agrega la mitad del caldo de cocción y tritura hasta que todo se integre. Si te gusta menos espeso añade más caldo.
- Cuando tengas una crema homogénea y con la consistencia deseada, rectifica la sal, añade finalmente el vinagre y mezcla de nuevo.
- Vierte la sopa en un bol, tapa y lleva a la nevera para que se enfríe. Lava el cebollino, pica finamente y reserva.
- Una vez que tu sopa de remolacha esté fría, ya podrás servirla con una cucharada abundante de nata agria y un poco de cebollín picado. Esperamos que te guste tanto como a nosotros. ¡Qué aproveche!