Antes de comenzar, corta el pan a rebanadas y reserva. Luego lava los pimientos, despepítalos y córtalos a trozos, no es necesario que sean muy pequeños. Pela y pica también la cebolla finamente.
Lava los tomates, pélalos, quítales las semillas y córtalos en trozos pequeños. Agrega el aceite a una cazuela y cuando se caliente pon la cebolla a pochar junto con el pimiento removiendo frecuentemente para que no se queme, tienes que dejar estos ingredientes al fuego durante cinco minutos.
Cuando veas que la cebolla comienza a dorarse, incorpora los tomates, la hoja de laurel, el pimentón dulce, salpimienta, remueve para integrar y cocina durante quince minutos.
Mientras las verduras se hacen, pela los dientes de ajo y machácalos en un mortero junto con el comino, añade un poquito de agua, remueve, agrégalo a la sopa y después incorpora el caldo.
Cocina tu sopa durante diez minutos más para que se integren los sabores y rectifica la sal.
Aprovecha este tiempo para escalfar los huevos. Todo lo que tienes que hacer es colocar un buen trozo de film sobre una taza de café, engrasa con aceite de oliva y agrega el huevo previamente cascado en un cuenco. Cierra bien con un hilo de cocina y repite el procedimiento con el resto de los huevos.
Pon agua a calentar en una olla y cuando entre en ebullición incorpora las bolsitas con los huevos y déjalas durante seis minutos. Prepara un bol con agua helada y cuando haya pasado el tiempo recomendado, saca los huevos y ponlos en ese recipiente.
Cuando tu sopa de tomate extremeña esté lista, coloca tres rebanadas de pan en cada plato, cubre con abundante sopa y luego coloca los huevo con cuidado para no romperlos. Decora con perejil y, ¡a disfrutar!