Lo primero que tienes que hacer es limpiar el rape. Ponlo debajo del grifo con agua fría y ve quitándole las espinas. Déjalo escurrir y, a continuación, córtalo a rodajas de un centímetro de ancho aproximadamente cada una. Si lo prefieres, puedes comprarlo ya cortado en la pescadería.
Pon la harina en un plato y, por otra parte, bate los dos huevos en un bol con un puñado de sal. Coge las rodajas de rape y báñalas en los huevos, escúrrelas cos los dedos para que no goteen y luego pásalas por la harina por ambos lados. Asegúrate de que quedan totalmente cubiertas de harina.
Coge una sartén grande y calienta en ella una cantidad abundante aceite. Cuando haya cogido un poco de temperatura, fríe las rodajas de rape. Pon el fuego a potencia media y fríe cada rodaja de rape durante unos cinco minutos, hasta que estén doradas. No te olvides de darles la vuelta para que se hagan por ambos lados.
Según las vayas sacando de la sartén, déjalas reposar en un plato con papel absorbente para que se liberen del exceso de aceite.
Vamos a por la salsa. Pela la cebolla, lávala un poco y pícala en trocitos pequeños. Haz lo mismo con la zanahoria y con el puerro y, en el caso de este último, no te olvides de quitarle la base y las hojas.
Coge una olla grande y calienta un chorrito de aceite de oliva. Primero mete la cebolla a fuego medio-bajo y cuando haya cogido un poco de color añade el puerro y la zanahoria. Remuévelo un poco y cocínalo a fuego medio hasta que veas que la zanahoria y el puerro están blandos.
Vierte la copa de vino blanco en la olla y sube la potencia del fuego al máximo para asegurarte de que el alcohol se evapora. El alcohol se habrá evaporado después de unos tres minutos.
A continuación, añade 500 ml. del caldo de pescado, será suficiente. El resto lo añadiremos después solo si lo necesitamos. Baja el fuego a potencia media y cuécelo todo durante diez minutos. Remuévelo de vez en cuando para que todos los sabores se mezclen bien.
Mientras todo esto está al fuego, ve limpiando las setas. Retira toda la tierra y luego cortarlas en trocitos tan pequeños como sea posible. Cuando el caldo ya haya cocido diez minutos, añade las setas.
Si ves que el caldo se ha consumido, vierte los 250 ml. que no has utilizado, sino es así, guárdalos porque no los vas a necesitar más. Mantén el fuego a media potencia. El caldo tiene que cocer otros diez minutos.
Cuando haya transcurrido este tiempo, apaga el fuego y vierte el contenido de la olla en el vaso de la batidora. Bátelo y añade la nata líquida. Como resultado, conseguirás una crema y, si ves que no tiene suficiente espesor, añade una cucharada de harina, así ganará cuerpo.
Devuélvelo todo a la misma olla en la que has preparado el caldo y ponlo al fuego al máximo hasta que vuelva a hervir.
Añade los filetes de rape que has cocinado al principio y déjalo todo a temperatura media-baja durante unos diez minutos. Luego apaga el fuego y déjalo reposar unos cinco minutos.
¡Tu rape en salsa de setas está listo para devorar!