Antes de comenzar, debes limpiar el salmón retirando la piel con un cuchillo bien afilado y las espinas. Corta en dos trozos iguales y reserva.
A continuación, vas a preparar la salsa que llevará encima el salmón. Para ello, pela la cebolla y corta lo más pequeño que puedas. Por otro lado mezcla en un recipiente la nata junto con la leche y reserva.
Pon un sartén a calentar y agrega la mantequilla, cuando empiece a derretirse añade la cebolla picada, la pimienta negra, sal al gusto y deja pochar durante unos minutos.
Cuando la cebolla se dore, agrega la harina, remueve con una cuchara de madera para tostarla y luego añade la mezcla de la nata con la leche lentamente.
Cocina durante 12 minutos o hasta que espese sin dejar de remover. Cuando esté lista, aparta del fuego y tapa para que no se forme una costra encima. Deja reposar para que se enfríe.
Antes de comenzar a armar tu pastel, enciende el horno y precaliéntalo a 200°C.
Extiende un papel para hornear sobre una bandeja para el horno y extiende una de las hojas de hojaldre.
Coloca encima los trozos de salmón uno al lado del otro y cúbrelos completamente con la salsa que preparaste previamente, procura que quede uniforme.
Bate en un cuenco el huevo y con una brochita barniza los bordes del hojaldre, coloca encima la otra capa y pega una lámina con la otra apretándolas, no deben quedar sobrantes y si los hay, córtalos para que el pastel quede parejo.
Cubre con el huevo batido y realiza dos agujeros con un cuchillo para que el vapor se libere durante la cocción. Puedes decorar la superficie con figuras de hojaldre Lleva al horno por 30 minutos.
Cuando tu pastel de salmón con hojaldre esté listo, sácalo del horno. Puedes comerlo a temperatura ambiente o caliente, como gustes. ¡Qué aproveche!
