Lo primero es preparar las migas para cuando vayamos a cocinarlos, y para ello vamos a tener que prepararlas el día anterior. Desmiga el pan en trozos pequeños y ponlos en una fuente profunda. Echa agua en el cuenco con un poco de sal y tapa el cuenco toda la noche.
Al día siguiente, corta los ajos por la mitad, sin pelarlos, y los sofríes en la sartén. Cuando estén un poco dorados, los apartas y haces la panceta hasta que coja un tono dorado. Entonces también la apartas.
Trocea el chorizo en daditos y cuando esté bien hecho, también lo apartas. Es el turno del pan, que vas a freír en ese mismo aceite, a fuego lento, utilizando una espumadera para darle vueltas sin parar para que así no se quemen. Tienes que tenerlas haciéndose por 25 minutos.
Pasados los 25 minutos, añade los dientes de ajo y continúa dándole vueltas por media hora. Cuando el pan esté suelto y dorado, agrega la panceta y el chorizo.
Calienta por otros 5 – 10 minutos más y el plato estará listo para ser saboreado por todos.
