Pon el zumo de piña natural, que puede ser preparado por ti o ya compra, a hervir en una cacerola.
Una vez burbujee, echa el agar-agar y remueve bien, para lograr una mezcla homogénea.
Pasados unos 5 minutos, vierte esta mezcla dentro de los cuencos que vayas a utilizar para dar forma a la gelatina y mete en la nevera para que reposen toda la noche.
A la mañana siguiente, ya la tendrás lista para tomar.