Pela la cebolla y lávala un poco bajo el agua del grifo, cosa de un minuto, para que así cuando vayas cortarla no te piquen los ojos. La troceas en gajos y pasas por la trituradora, para que quede bien picadita.
A continuación pela los dientes de ajo y los picas bien. Los pones en el mortero junto con la cebolla.
Agrega el curry, el orégano, el tomillo y el romero y machaca bien con el mortero, hasta que se haga una especie de pasta.
Vierte el vinagre y luego el aceite de oliva y con una varilla remueve bien para mezclar todos los ingredientes.
Salpimienta a tu gusto y pasa la mezcla a la batidora, para que así los ingredientes se mezclen mucho mejor
Es el momento de probarlo. Si quieres que te quede más picante, a la receta tendrás que agregarle más curry y más pimienta. Otra opción es que también le eches una guindilla.