Ingredientes
- 1 kg. de calamares
- 4 patatas
- 1 tomate
- 1 pimiento verde
- 1 cebolla
- 1/2 limón
- 1 vaso de vino blanco
- Aceite de oliva
- 1 rama de perejil fresco
- Pimienta negra molida
- Sal
Preparación de los calamares al horno con patatas
- Antes que nada, debes poner el horno a precalentar a 200ºC. El resto de la preparación de este plato estará lista enseguida así que, para que no pierdas un minuto, no olvides empezar por este paso.
- Mientras se va precalentando el horno, debes limpiar muy bien los calamares. Ponlos en agua y luego déjalos en un colador. Cuando hayan perdido toda el agua, échales un poco de sal.
- Pela las patatas y enjuágalas bien bajo el grifo hasta que no contengan nada de tierra . Luego, córtalas a tiras con un dedo de grosor aproximadamente cada una. Limpia también el tomate y córtalo a rodajas. Haz lo mismo con la cebolla y los pimientos pero esto córtalo a tiras.
- Vamos a utilizar dos bandejas para hornear; en una haremos las patatas y, en la otra, el resto de ingredientes. Cógelas ambas y échales un chorro de aceite de oliva y extiéndelo bien sobre su superficie.
- Coloca en la primera las patatas y echa una pizca de sal por encima y, en la segunda, pon el tomate, el pimiento, la cebolla y el limón y vierte la mitad del vaso de vino blanco . Añade el perejil, un poco de sal y pimienta negra y mete ambas bandejas en el horno. Espera un cuarto de hora.
- Durante este tiempo, pasa los calamares por una sartén. No los hagas del todo, se trata tan solo de marcarlos un poco y que cambien de color. Cuando las verduras ya lleven un cuarto de hora en el horno, saca la bandeja del tomate y los pimientos del horno y añade los calamares por encima.
- Echa la otra mitad del vaso de vino blanco y mete la bandeja en el horno de nuevo. Espera unos quince minutos más, comprueba si están en su punto todos los ingredientes y en ese caso, apaga el horno y saca ambas bandejas.
- Ya puedes servir tus exquisitos calamares al horno con patatas. Al haberlo hecho por separado, las patatas están más crujientes porque no se han mezclado con el vino. Así que, solo te queda comprobar por ti mismo lo riquísimo que te ha quedado este plato. Esperamos que te haya gustado esta receta, ¡muy buen provecho!