Antes de hacer este plato, tienes que tener algunos preparativos hechos. Para empezar el bacalao, que si no lo has comprado desalado, lo tendrás que tener en remojo por lo menos 24 horas, cambiándole el agua cada 4 horas para que suelte toda la sal. La noche anterior a hacer este plato, deja los garbanzos en remojo, en el caso de que no los hayas comprado congelados, así estarán tiernos para cocinarlos. Luego, los pimientos choriceros tienes que tenerlos en remojo un par de horas, partidas por la mitad y sin semillas.
Con todo esto listo, ya puedes empezar con la receta; corta los filetes de bacalao en trozos y pásalos por un plato lleno de harina. Luego ponlos en una sartén a freírse por unos 10 minutos. Según los saques de la sartén, ponlos en un plato con papel absorbente, así no estarán tan aceitosos.
Ahora a preparar la salsa: para ello tienes que pelar y picar bien la cebolla y los dientes de ajo. Todo esto fríelo en la misma sartén que has utilizado para el bacalao con un poco más de aceite. Saca y escurre los pimientos choriceros, y échalos a la sartén. Que todo se haga bien por unos 10 minutos.
Una vez listo, echa todo lo de la sartén al vaso de la batidora. Empieza a batir con fuerza hasta lograr una mezcla homogénea que parecerá una salsa. Devuelve esta mezcla a la sartén y recubre con un par de vasos de agua.
Pon el fuego a potencia mínima, agrega los trozos de bacalao y deja que se haga por unos 40 – 50 minutos para que el bacalao vaya tomando el sabor de la salsa.
Escurre los garbanzos y ponlos a cocer en una cacerola aparte. Si los compraste congelados, cuando falten diez minutos para sacar el bacalao agrégalos a la sartén. Si no, los cueces por unos minutos, y cuando repartas el bacalao en los platos, pones también los garbanzos como guarnición.