Vas a comenzar por la masa. Para ello, coloca la harina en un recipiente, realiza un agujero en el medio y añade el resto de los ingredientes.
Integra con las manos y mientras amasas agrega el agua lentamente. Cuando la masa esté elástica, forma una bola y envuélvela en un trapo húmedo durante media hora.
Para preparar la salsa, pica un diente de ajo en trocitos, al igual que las hojas de albahaca después de lavarlas.
Vierte 1/4 taza de aceite de oliva en una olla, añade el ajo, dale un par de vueltas, incorpora el tomate, añade el orégano y salpimienta. Cocina a fuego bajo hasta que el agua se reduzca y reserva.
Para hacer el relleno, pica el resto de los ajos y la cebolla y ponlos a pochar con lo que queda del aceite. Cuando se ablanden, agrega la panceta y cocina durante cinco minutos.
Incorpora la carne, sofríela durante unos minutos, añade la mitad de la salsa de tomate, cuece hasta que se seque, rectifica la sal y aparta del fuego para que se enfríe.
Espolvorea harina sobre la mesa y con un rodillo extiende la masa para hacer láminas de 2 mm de grosor. Si tienes una máquina para pasta mucho mejor, pero no es indispensable.
Coloca montocitos de relleno sobre la masa dejando espacio entre ellos, cubre con otra lámina, presiona los bordes y corta los raviolis.
Cuece tu pasta durante 4 minutos en agua hirviendo, agrega el sobrante del relleno en tu salsa de tomate, cocina durante cinco minutos e incorpora la pasta después de escurrida.
Sirve tus raviolis a la boloñesa inmediatamente, espolvorea queso parmesano y albahaca fresca. ¡Qué aproveche!