En primer lugar ve precalentando el horno, a una temperatura de 180ºC. Así en cuanto esté montado el pastel, podrás pasarlo rápidamente al horno, y que esté hecho lo antes posible.
Pela las patatas, y enjuágalas bien bajo el agua del grifo, hasta que ya no contengan nada de tierra. A continuación córtalas en rodajas finas, y échales un poco de sal a tu gusto.
Unta un poco de aceite de oliva en una fuente apta para hornear, y pon una capa de patatas. Coloca encima las lonchas de queso que admita, y luego haz lo mismo con el bacon, que puedes cortar un poco más pequeño si quieres.
Pon otra capa de patatas, otra de queso y otra de bacon. Repite la operación las veces que desees, o lo que den de sí los ingredientes, pero hazlo de forma que la última capa sea de patatas.
Bate los huevos con la nata, y coloca esta mezcla sobre el pastel. Cúbrelo todo con queso rallado a tu gusto.
Si el horno ya está a la temperatura deseada, mete el pastel de patata, cubierto con papel de aluminio. Cierra el horno y espera unos 50 minutos.
Pasado este tiempo, abre el horno, y con ayuda de un tenedor o un cuchillo comprueba si ya están hechas las patatas. En ese caso Retira el papel de aluminio, enciende el gratinador y pon a gratinar unos 5 minutos el queso que repartiste sobre el pastel.
Y ya puedes apagar, apartar y servir este exquisito pastel de patata al horno, toda una delicia que estamos seguros que va a arrasar entre tú y los tuyos. Esperamos que te haya gustado esta receta, ¡que aproveche!