Empezaremos poniendo los huevos duros. Para ello llenaremos un cazo con agua más o menos por la mitad, y meteremos cuatro de los seis huevos. Los otros dos vais a reservarlos para el rebozado. Ponemos el fuego a media potencia y dejamos que cuezan por un cuarto de hora. Echad un poco de sal y aceite de oliva cuando el agua empiece a hervir.
Si queréis, podéis ir batiendo los dos huevos que hemos dejando, intentando que no quede ni un solo grumo. De este modo ya los tendremos listos.
Ahora iremos a por el relleno. Vamos a pelar y cortar la cebolla en rodajas. Recomendamos, si queréis evitar que os lloren mucho los ojos, remojar la cebolla en agua fría antes de cortarla reduciendo así su efecto lacrimógeno. También pelad y cortar los ajos en trocitos pequeños. Ahora lo echamos todo a una sartén con un poco de aceite.
Los huevos ya deberían estar listos, así que apagad el fuego y sacarlos, para que se enfríen a temperatura ambiente.
Si la cebolla ya está dorada y transparente, añadid entonces las dos latas de atún, sin quitarles el aceite. La paleta cocida la cortaremos en tiras y también la añadiremos a la sartén. Removerlo todo bien para que se rehogue con el aceite.
Vamos a ir quitándole las cáscaras a los huevos. Luego los cortamos a lo largo, justo por la mitad. Con sumo cuidado quitamos las yemas de los huevos. Tres de ellas las echaremos a la sartén donde se está friendo todo, la cuarta apartarla para después.
Echamos bastante bechamel en un cuenco y agregamos todo lo que hemos freído en la sartén, removiéndolo muy bien para que los ingredientes queden bien mezclados con la bechamel. Una vez conseguido esto, vamos a ir rellenando los huecos que hemos vaciado al quitar las yemas de los huevos, repartiendo bien las raciones. Al estar bien llenos, podéis añadir un poco más de bechamel si lo preferís.
Ahora vamos a colocar pan rallado sobre un plato, pues vamos a ir rebozando los huevos y ponemos una sartén a calentar con bastante aceite para que esté lista.
Bañamos el huevo en los que hemos batido antes, lo rebozamos bien con el pan rallado y ponemos en la sartén con el aceite. Si lo preferís podéis freírlos en la freidora, para que se haga igual de bien por todos lados.
Una vez frito, lo ponemos en una bandeja con un papel absorbente para que el huevo suelte todo el aceite sobrante. Repetir el proceso con todos los huevos hasta que tengamos los 8 listos.