Lavamos bien las berenjenas y las cortamos en rodajas que no sean demasiado finas, pero tampoco demasiado gruesas. En una sartén con un buen chorrito de aceite las freímos bien por ambas caras, hasta que estén doradas.
Pelamos la cebolla, la lavamos para reducir el efecto lacrimógeno, y echamos a la sartén. También pelamos el ajo y lo picamos, para freírlo todo junto. Cuando estén ambos ingredientes dorados, echamos el atún, sin el aceite de las latas, para que se haga al gusto. Salpimentamos al gusto y cubrimos con el tomate triturado, removemos bien hasta que se haga.
Mientras se termina de hacer, haremos la bechamel. Calentamos leche en un cazo, hasta que empiece a hervir. En ese momento apartamos del fuego. A continuación mezclamos la mantequilla con la harina, y cuando sea una mezcla homogénea agregamos la leche. Después solo hay que añadir la nuez moscada y salpimentar al gusto.
Remover bien para mezclarlo todo.
Ponemos el horno a 180º C para que se precaliente mientras preparamos el plato.
En la fuente para hornos que vayamos a usar creamos una capa con las berenjenas. La segunda capa será la de atún con las verduras, y la superficie será la bechamel que hemos preparado.
Una vez lista, metemos al horno por una media hora más o menos. Al sacarla, dejarla reposar por unos 15 minutos para que coja consistencia.
