El carpaccio de salmón es una de las preparaciones más simples por las que puedes optar, ofreciendo un resultado delicioso y elegante que gusta a todos. ¡Verás que bueno está!
Comienza revisando el lomo de salmón para asegurarte de que no tiene ninguna espina, en caso de detectar alguna retírala con una pinza.
Luego envuelve el pescado en papel film o transparente y mete al congelador durante 60 minutos. Este paso es imprescindible pues el salmón debe estar muy frío para poderlo cortar en láminas muy finas sin que se rompa.
Mientras se enfría, corta una cantidad de eneldo fresco al gusto y haz lo mismo con el cebollino. En un recipiente mezcla 4 cucharadas de aceite de oliva, el zumo de un limón recién exprimido, las hierbas que acabas de cortar y sal y pimienta al gusto. Prueba y retoca en caso de ser necesario.
Reserva esta mezcla para que tome sabor. Cuando haya transcurrido la hora, saca la pieza de salmón del congelador y, con la ayuda de un buen cuchillo, lamina en porciones lo más delgadas posible.
Ve distribuyendo las láminas en un plato y, una vez completado, añade el condimento que has preparado anteriormente, lo que le dará a tu carpaccio de salmón un sabor inigualable. Si lo deseas puedes añadir un poco de rúcula aliñada por encima.
Deja reposar un par de minutos antes de servir, puedes acompañar con pan cortado en trozos finos o con tostadas. Verás como disfrutas de este plato delicioso y super simple de elaborar.
¿Qué esperas para hacer este suculento carpaccio de pescado? Una receta hecha para triunfar.