Receta de calçots fritos

Receta de calçots fritos

Ingredientes

Para hacer los calçots:
  • 20 cebolletas o calçots
  • 2 huevos
  • 25 gr. de levadura
  • 180 gr. de harina
  • 1 cucharada de azúcar
  • Agua
  • Sal
  • Aceite de oliva
 Para la salsa romesco:
  • 25 gr. de almendras
  • 25 gr. de avellanas
  • 1 cabeza de ajos
  • 1 ñora
  • 2 pimientos choriceros
  • 3 tomates maduros pequeños
  • 1 rebanada de pan seca
  • 1 vaso de aceite de oliva

Preparación de los calçots fritos

  1. Precalienta el horno a 190 ºC y comienza lavando las cebolletas para quitarles la tierra. Luego quítales la primera capa y vuelve a lavarlas de nuevo para dejarlas bien limpias. Sécalas un poco y cubre con papel de aluminio para meterlas en el horno durante 5 minutos.
  2. En lo que las cebolletas se hacen puedes ir adelantando con la salsa romesco. Remoja los pimientos choriceros y la ñora en agua tibia durante unos 10 minutos, para que estén blandos. Si quieres que estén mucho más blandos, puedes dejarlos en reposo toda la noche anterior.
  3. Por otro lado, pela las cabezas de ajo y trocea los ajos muy pequeños junto con el pan duro (mejor si es de hace varios días) y los tres tomates, hasta conseguir como resultado una especie de puré. Extrae la pulpa de la ñora y trocea el pimiento choricero para agregarlo y machacar.
  4. Saca los calçots del horno y corta la parte superior e inferior, dejando únicamente la parte central, es decir la parte más blanca. Déjalos reposar hasta que tengas hecha la salsa romesco.
  5. Añade al puré que has preparado antes las almendras y avellanas. Cuando ambos ingredientes estén bien integrados en la mezcla, comienza a verter el aceite de oliva sin dejar remover, hasta que se forme una mezcla homogénea. Comprueba el punto de sal para sazonar y ya tendrás lista tu deliciosa salsa.
  6. Calienta una buena cantidad de aceite de oliva en una sartén. Mientras el aceite alcanza la temperatura de 170 ºC, bate los dos huevos junto con la sal, la cucharada de azúcar y un poco de agua, logrando una mezcla única.
  7. Por otro lado, tamiza la harina en un cuenco, hazle un agujero en el centro y añade la levadura.
  8. A continuación baña los calçots en el huevo y luego dales un baño por la harina, asegurándote que no quede ni una sola parte del mismo sin cubrir. Seguidamente los echas a la sartén cuando el aceite esté bien caliente, hazlo en pequeños grupos para que no se queden pegados entre sí.
  9. Fríe cada calçot un par de minutos por cada lado, o hasta que estén dorados. Retira del fuego y deja reposar en una bandeja con papel absorbente para que suelten el exceso de aceite antes de comer.
  10. ¡Tus calçots fritos ya están listos! Ahora solo te queda servirlos con la salsa romesco que has preparado, verás como todos se chupan los dedos.
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