Para empezar a preparar esta rica panna cotta de chocolate, lo primero que tienes que hacer es hidratar la gelatina. Para ello, calienta un poco la leche en el microondas y agrega la gelatina en polvo, remueve y deja reposar durante 5 minutos.
A continuación, añade la nata líquida, el azúcar y el chocolate a una olla mediana y remueve. Cocina a fuego medio con unas varillas manuales sin dejar de remover.
Cuando entre en ebullición, vierte la leche con la gelatina, sigue removiendo sin parar y cuando vuelva a hervir aparta del fuego.
Si no tienes gelatina en polvo, puedes usar 5 láminas de gelatina, las cuales debes hidratar primero durante 10 minutos con agua fría. Luego escúrrelas, agrégalas a la mezcla caliente y remueve para disolver.
Una vez apartada la mezcla del fuego, añade la vainilla, remueve de nuevo y cuela con un colador, así quedará libre de grumos. Reserva durante unos minutos hasta que la mezcla se temple.
Cuando se haya enfriado un poco, moja una servilleta o un trozo de papel de cocina con el aceite vegetal y engrasa los moldes, así será mucho más fácil desmoldar cuando tu postre esté listo.
Vierte la mezcla en los moldes individuales y lleva al frigorífico durante varias horas o hasta que cuaje.
Cuando tu panna cotta esté lista, desmóldala y decórala con la nata montada azucarada y los frutos rojos de tu elección, si lo prefieres también puedes sustituirlo con sirope de chocolate ¡Qué aproveche!
Consejos y recomendaciones
Para desmoldar con mayor facilidad, calienta un poco de agua y coloca los moldes sobre ella durante unos segundos para que el calor afloje la panna cotta.