Ingredientes
- 350 ml. de nata para cocinar
- 180 ml. de leche
- 50 gr. de azúcar
- 150 gr. de chocolate blanco
- 4 hojas de gelatina
- Compota de fresas
- Frambuesas
Preparación de la panna cotta de chocolate blanco
- Empieza poniendo las cuatro hojas de gelatinas en un recipiente con agua fría y déjalas durante diez minutos. Con este paso lo que se pretende es rehidratarlas.
- Aprovecha este tiempo para preparar el chocolate blanco. Tienes que picarlo tan pequeño como puedas pero, para hacerlo más fácil, córtalo primero y después machácalo en un mortero.
- A continuación, pon la nata, el azúcar y la leche en una olla con el fuego a máxima potencia y, cuando rompa a hervir, apágalo. Si la gelatina ya está lista, sácala del agua y aplástala con los dedos para que suelte toda el agua. En cuanto esté, métela en la cazuela y mueve con una cuchara de madera para que se mezcle todo y se derrita la gelatina.
- Pasa el chocolate blanco a la olla y remueve para que todo se integre. Deja que se enfríe un poco y pásalo a los moldes.
- Introduce los moldes en la nevera y déjalos, como mínimo, durante tres horas. Transcurrido este tiempo, puedes ponerle la mermelada de fresas y las frambuesas por encima pero no olvides lavarlas antes. ¡Tu panna cotta de chocolate blanco ya está lista! ¡Te va a encantar!