En primer lugar debes cortar el cazón en rodajas, y quitarle las espinas y la piel. Una vez que lo tengas listo, colócalo en un recipiente, y añádele el pimentón, el orégano, el vinagre y un poco de sal, a tu gusto. Remueve bien todos los ingredientes, con cuidado de que el cazón no se rompa.
Deja reposar el cazón con el adobo durante un al menos 2 horas en el frigorífico. Pasado este tiempo, escúrrelo un poco.
Pon a calentar aceite de oliva en una sartén, suficiente como para freír el pescado. Mientras se va calentando el aceite, pasa las rodajas de cazón por harina.
Una vez que esté bien caliente el aceite, comienza a freír las rodajas de cazón por tandas, sin que se solapen unas con otras.
Según estén hechas, ve pasándolas a una fuente con papel de cocina absorbente, para que no queden muy grasientas.
A continuación pela las patatas, enjuágalas bien bajo el agua del grifo y córtalas en cuartos.
Vierte aceite de oliva en una sartén, lo suficiente como para que cubran las patatas, y fríelas un poco. A medida que las vayas teniendo hechas, pásalas a otra fuente, forrada también con papel de cocina absorbente.
Pela los ajos, y pícalo muy pequeñitos. Quita la piel también a la cebolla, y córtala en juliana muy fina. Pon a calentar un chorro de aceite de oliva en otra sartén, y sofríe los ajos y la cebolla, hasta que esté todo muy doradito. Aparta la sartén, y reserva su contenido.
Echa en una olla el pescado frito, las patatas fritas, un chorrito de aceite, el vino, la cebolla y los ajos. Cúbrelo todo con agua, tapa la olla y deja que cuezan todos estos ingredientes durante unos 15 minutos aproximadamente.
¡Y ya está listo para disfrutar este rico cazón en adobo con patatas!