Ingredientes:
Preparación de la salsa de ají rojo
- Para preparar esta salsa de chiles rojos lo primero que tienes que hacer es lavar bien los ajíes y los tomates. Pela los ajos y reserva.
- A continuación corta los extremos de los ajíes y pícalos por la mitad. Con una cucharilla retira la vena central y las semillas, raspa sus paredes y trocéalos. De esta forma estarás reduciendo su picor, después de terminar vuélvelos a lavar con abundante agua.
- Ahora vas a proceder a escaldar los tomates. Llena una olla de agua y ponla a fuego máximo, cuando comience a hervir introduce los tomates y cocina por 2 minutos, tiempo suficiente para que la piel ablande.
- Sácalos cuidadosamente del agua y cuando estén tibios retira la piel usando tus manos, verás como sale con gran facilidad.
- Licúa los tomates con los ajos y pásalos por un colador, de esta manera podrás retirar las semillas y lograr una pasta más fina. Licúa los ajíes con dos cucharadas del jugo de tomate que acabas de obtener y al finalizar cuélalos también.
- Vierte el jugo de tomate y los ajíes en una cazuela, lleva al fuego bajo. Debes estar atento a remover continuamente, así evitarás que la salsa se pegue del fondo.
- Agrega el azúcar, el orégano, la pimienta, la sal al gusto y el vinagre blanco. Deja cocinar hasta que se reduzca la salsa y espese.
- Lava bien el recipiente donde vas a almacenar tu salsa, trata que sea de vidrio y envasa inmediatamente después de retirar del fuego.
- Disfruta tu salsa de ají rojo con las comidas de tu preferencia y guárdala en el refrigerador para que la puedas conservar durante varias semanas, si no te la terminas antes. ¡Muy buen provecho!
Consejos para una salsa de chile rojo deliciosa:
- Si no quieres que la salsa sea muy picante, retira todas las semillas y la vena central, pero en caso de que quieras que sea más intensa entonces pueden dejar algunas semillas al triturar este ingrediente.
- Ten mucho cuidado al manipular los ajíes rojos, evita tocar tus ojos, boca o nariz tras haberlos manipulado o podrás irritar estas mucosas. Si quieres evitar accidentes, lo mejor es usar unos guantes de látex durante la preparación.