Antes que nada tienes que dejar bien limpio el cazón. Para ello, tienes que quitarle tanto la piel como todas las espinas. Después debes cortarlo en rodajas no muy gruesas y colocarlo en un bol. Reserva mientras elaboras el aderezo.
Ahora hay que preparar el adobo. Para ello echa la hoja de laurel en el bol junto con un poco de sal y pimienta negra molida a tu gusto. A continuación pela los ajos, córtalos en láminas finitas y añádelos también.
Después echa el orégano, el comino y el pimentón dulce. Vierte por encima el vinagre de vino y remueve bien todos los ingredientes hasta formar una pasta. Incorpora el cazón a este recipiente y, con cuidado, remueve para que el pescado se impregne de la mezcla.
Una vez que hayas añadido el adobo, tapa el bol con papel film transparente o papel de aluminio y déjalo marinar un par de horas o más en la nevera.
A la hora de hacer el cazón, pon a calentar un chorrito de aceite de oliva en una plancha o sartén antiadherente a fuego medio. Lo importante es que la cantidad de aceite sea la mínima imprescindible para que el pescado no se pegue, puedes incorporar una cucharadita o dos.
Mientras a que se calienta el aceite, saca del frigorífico el bol y retira las láminas de ajo y la hoja de laurel.
Una vez que esté bien caliente el aceite, coloca las rodajas de cazón y deja cocinar de 2 a 3 minutos por cada lado, así te quedará con un tono dorado por fuera y suave por dentro.
¡Y esto es todo! Ya está listo para servir este riquísimo cazón en adobo a la plancha. Sabroso y ligero ¡que lo disfrutes!
