Lo primero: ¡limpiar el pavo! Limpia el pavo con agua y elimina cualquier parte de su piel que no tenga buen aspecto. Luego precalienta el horno a 160°C.
Coloca el pavo en una fuente para hornear y con el hilo ata las patas y las alas para pegarlas al cuerpo.
Echa la mantequilla en un cazo y cuando se derrita por completo, añade el vino, el zumo de durazno, sal y pimienta al gusto y deja cocer la preparación durante 5 minutos. ¡Con esta salsa adobaremos el pavo!
Luego, con la ayuda de una jeringa, inyecta la salsa dentro de la carne del ave. Mezcla todos los ingredientes del glaseado en l recipiente y luego unta el pavo con la salsa resultante.
Tapa la bandeja con papel aluminio y mete el pavo en el horno. Deja hornear durante 4 horas, cada hora abre el horno y baña el pavo con el jugo que irá soltando durante la cocción, así conseguirás una carne jugosa y rica.
Cuando falten 30 minutos para que se cumpla el tiempo de cocción, quita el papel aluminio y deja que el pavo se hornee destapado para que la piel quede dorada y crujiente.
Saca el pavo y déjalo reposar 30 minutos. Luego colócalo en una bandeja para servir y si deseas decora con rodajas de duraznos en almíbar. ¡Este pavo glaseado con durazno está listo para comer! El plato ideal para Navidad o para cualquier ocasión especial.