Lava ahora la carne del cocido y colócala en una olla con la morcilla y el chorizo. Cúbrelo todo con agua frÃa hasta que solo sobren tres centÃmetros libres por la parte superior del recipiente.
Pon a calentar el agua a fuego fuerte y una vez que empiece a hervir, añade los garbanzos ya escurridos. Deja que cueza todo junto hasta que comience a formarse una espuma por encima del caldo. Esta aparecerá a los diez minutos de cocción y tienes que retirarla según vaya saliendo con una espumadera.
Añade ahora este sofrito de cebolla a la olla y echa una pizca de sal. Si la olla es a presión, coloca la válvula y una vez que esta empiece a girar, espera media hora con el fuego a potencia media. En caso de que sea una olla convencional, espera a que se pongan blanditos los garbanzos lo cual puede llevar unas tres horas.
Cuando abras la olla para echar las verduras, puedes aprovechar para añadir algo más de agua si tu cocido está un poco seco. Para que no pierda sabor, incorpora un trozo de una pastilla de caldo de carne si lo deseas.