Para preparar este rico aperitivo, lo primero que vas a hacer es pelar las cebollas, picar ambos extremos y luego cortarlas en aros de un centímetro y medio aproximadamente.
Después, pica el queso en tiras delgadas y reserva. Vierte el pan rallado y la harina de trigo en dos platos hondos. Reserva.
Bate los huevos en un bol con un poco de sal, una pizca de pimienta negra y el perejil hasta que espumen. Reserva.
Para armar los aros de cebolla, coloca un aro pequeño dentro de uno más grande de manera que quede un espacio entre ellos y coloca el queso dentro de esa abertura.
Repite el procedimiento hasta que termines de rellenarlos todos, colócalos en una bandeja y congélalos durante una hora.
Pasado el tiempo, pasa cada aro relleno por el huevo batido, luego por la harina y por el pan rallado. Después vuélvelos a pasar por el huevo y finalmente por el pan rallado.
Vierte abundante aceite en una sartén y cuando se caliente, fríe los aros por partes. Una vez que se doren por ambos lados, sácalos y escúrrelos sobre un papel absorbente.
Sirve inmediatamente tus aros de cebolla con queso y acompáñalos con la salsa de tu preferencia. ¡Se deben comer bien calientes! ¡Muy buen provecho!