Lo primero que harás será la masa. Coloca el agua en un bol grande, agrega la harina, la sal y mezcla hasta que se forma una masa compacta y sin grumos.
Cubre con un film y déjala reposar durante 15 minutos. Pasado ese tiempo, amasa nuevamente y deja en reposo durante 30 minutos más.
Para hacer el relleno, lava las cebollas, retira la primera piel y córtala en aros pequeños. Pela los ajos y corta en cuadritos. Lava la zanahoria, pélala y pícala en juliana muy fina.
Coloca todo estos ingredientes en un bol y mézclalos con la carne picada, el jengibre rallado, el aceite de sésamo, la salsa de soja, el vinagre de arroz, la maicena, el azúcar y la sal. Reserva en el frigorífico.
Para hacer los raviolis, divide la masa en varias porciones, enrolla en forma de cordones y corta en trozos de un centímetro aproximadamente.
Espolvorea harina sobre la masa y con ayuda de un rodillo forma círculos delgados. Coloca una cucharada de relleno en el centro, moja los bordes con agua, cierra en forma de media luna y haz varios pliegues.
Cuando estén todos armados, mezcla en una sartén dos cucharadas de aceite de oliva y una cuarta taza de agua, incorpóralos, tapa y cuece a fuego medio durante unos minutos.
Para hacer la salsa, mezcla todos los ingredientes en un cuenco y ya estará lista. Saca tus raviolis chinos cuando estén dorados y sírvelos calientes junto a la salsa. ¡Deliciosos!