Si conseguiste el bacalao desalado perfecto, si no siempre podrás desalarlo en casa. Para ello, colócalo en un recipiente, cúbrelo con agua fría y refrigéralo tapado entre 24 a 36 horas. Cámbiale el agua cada ocho horas.
Cuando tengas el bacalao desalado, quítale la piel, las espinas y trocea. Después, colócalo en una sartén junto con 1/4 de taza de leche, el ajo molido y lleva al fuego durante cinco minutos.
Pasado el tiempo, escúrrelo y reserva. Para preparar las verduras, pica la cebolla en juliana y ralla el calabacín después de lavarlo, no es preciso quitarle la piel. Lava el cebollino y córtalo en trocitos.
Calienta el aceite de oliva en una sartén y pon a pochar la cebolla junto con el calabacín a fuego medio-bajo durante unos minutos, con ocho será suficiente.
Una vez que las verduras estén pochadas, agrega el bacalao, la mitad del cebollino, remueve para integrar y cocina durante diez minutos más para que se integren los sabores.
Bate los huevos con una pizca de sal con ayuda de unas varillas y añade un poco de leche. Esto hará que la tortilla te quede más jugosa, luego incorpora el guiso con el bacalao previamente escurrido, rectifica la sal y mezcla.
Agrega el resto del aceite de oliva en una sartén grande y cuando esté bien caliente vierte la preparación y mueve para que cubra la sartén. Debe estar a fuego medio para evitar que se queme.
Cuando veas que los huevos ya cuajaron en la superficie, voltea la tortilla con la ayuda de un plato. Si te gusta con los huevos menos cocidos no la dejes tanto tiempo.
Espolvorea tu tortilla de bacalao y calabacín con un poco de cebollino para decorar. Se puede comer fría o caliente. ¡Está deliciosa de las dos maneras!
Truco:
Si quieres añadirle un poco de patata, solo tienes que coger una de tamaño medio, pelarla, cortarla a lo pobre e incorporarla en la sartén. Tienes que hacerlo antes de echar el calabacín y tendrás que poner más aceite y esperar un poco más de tiempo. Tardarán unos quince minutos. Luego podrás integrar el calabacín.
