Empezamos preparando los ingredientes, para ello limpia las setas con abundante agua, sécalas con papel absorbente y pícalas finamente. Pela y corta la cebolla y los ajos en cuadritos muy pequeños. ¿Lo tienes? ¡Vamos a hacer las croquetas!
Agrega a una sartén un chorro de aceite de oliva. Cuando el aceite haya calentado pocha el ajo y la cebolla hasta que estén bien transparentes y empiecen a desprender su aroma.
Agrega a la sartén las setas y saltea junto con la cebolla y el ajo a fuego medio. Deja que las setas boten toda el agua y se frían un poco. Esto puede demorar aproximadamente 10 minutos.
Una vez que las setas hayan botado todo el agua y estén hechas, es el turno de la harina. Incorpora las seis cucharadas una por una mientras remueves enérgicamente. Es importante que dejes que la harina se tueste pero no demasiado para evitar que arruine el sabor de la bechamel.
Ahora agrega poco a poco la leche fría y remueve al mismo tiempo para integrar con todos los ingredientes. Al agregar toda la leche no pares de mezclar para que la preparación se espese y la bechamel quede en su punto.
Cuando veas que la bechamel está empezando a espesar, agrega el queso crema azul y sigue removiendo para que se derrita. No dejes de remover la preparación hasta que notes que ha espesado por completo.
Agrega nuez moscada y sal y pimienta al gusto y mezcla para integrar. Sabrás que tienes que dejar de remover la preparación cuando notes que la misma se despega fácilmente de la sartén. Apaga el fuego.
Vierte la preparación en un recipiente de vidrio y espera a que enfríe. Después, tápala y déjala reposar hasta el momento de armar las croquetas.
El día que vayas a hacer las croquetas deberás preparar antes el rebozado. Para ello, coloca en un bol el huevo y en otro suficiente cantidad de pan rallado.
Con la ayuda de una cuchara toma una porción generosa de masa y arma con tus manos una croqueta. Luego pasa la croqueta por huevo y después por pan rallado. Si deseas que queden bien crujientes, pásala dos veces por huevos y dos veces por pan.
Cuando hayas armado todas las croquetas, agrega una buena cantidad de aceite vegetal a una sartén y cuando esté hirviendo incorpora las croquetas y fríelas hasta que estén bien doradas por todos sus lados. Es importante que uses tanto aceite como para cubrir las croquetas hasta la mitad.
En cuanto estén, deja que reposen unos minutos en un plato con papel absorbente para que liberen el exceso de aceite. Luego sirve tus croquetas de setas con queso azul acompañadas de la salsa de tu preferencia. ¡Qué aproveche!