Lo primero que tienes que hacer es colocar agua en una olla para que se vaya calentando mientras preparas las verduras.
A continuación, lava muy bien las verduras y pela las patatas y la media cebolla. No hace falta que le quites la piel a los calabacines.
Corta toda la verdura a tacos. Las patatas córtalas en ocho trozos, la cebolla córtala en dos mitades y los calabacines córtalo a rodajas de dos dedos de ancho.
Cuando el agua rompa a hervir, echa dentro las patatas. Cuando lleven unos diez minutos, incorpora los calabacines y la cebolla y espera otros diez minutos.
Después de comprobar que las verduras estén tiernas, retíralas del fuego y, si ves que hay mucho caldo, quítale un poco. Luego, tritúralo todo con ayuda de una batidora o de un pasa puré y vuelve a poner la olla al fuego.
A continuación, echa la mantequilla, la leche y el queso Philadelphia y mézclalo todo. En cuanto veas que tanto el queso como la mantequilla se han desecho, echa la pimienta negra y un poco de sal y dale a todo un par de vueltas.
Déjalo todo al fuego cinco minutos más para que termine de asentarse el sabor y, si ves que aún quedan grumos, vuelve a batir. Ya está listo tu puré de calabacín para niños. Si tu bebé no es muy pequeño, puedes utilizar los picatostes para hacer dibujos en el puré. No olvides que los niños comen por los ojos así que, si pones una carita o algún dibujo así, le parecerá más divertido y se lo comerá sin rechistar. ¡Seguro que le encanta!
Si tu bebé no es muy pequeño, puedes utilizar los picatostes para hacer dibujos en el puré. No olvides que los niños comen por los ojos así que, si pones una carita o algún dibujo así, le parecerá más divertido y se lo comerá sin rechistar. ¡Seguro que le encanta!
